Somos Ruxandra y Andrei, y después de vivir siete años en Alemania, volvimos a casa para renovar el tradicional jardín valaco de la familia, con pajares, establos para caballos, vacas y ovejas, y convertirlo en una zona tranquila donde la gente pueda relajarse y encontrar el silencio a la sombra de nuestro huerto o en la terraza recién construida.
Dos horas separan Pitesti y Bucarest de nuestro camping. Es el lugar ideal para los viajeros que van a Transfăgărăşan y para los que intentan escalar el Pico Moldoveanu.
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